Hace tres años tuve mi día de Navidad perfecto, tenía nueve años. Perdón no me he presentado, me llamo David, soy bajito y tengo el pelo y los ojos marrones y como ya entenderéis tengo doce años.
Bueno volvemos al cuento. El 24 de diciembre me desperté a las diez de la mañana, me levanté y desayuné colacao con galletas que es lo que desayuno siempre. Después tuve que acompañarle a mi madre a comprar porque hoy venía mi familia a comer.
Primero fuimos a comprar el pan, después a comprar una tarta y pastelitos y luego al supermercado a comprar lo demás.
Más tarde me llamaron mis amigos y fuimos a jugar al entonces patio de mi colegio. Estábamos jugando un rápido cuando de repente llegaron unos afroamericanos más mayores y querían quitarnos la portería. Como no eran muchos decidimos echarles un partido. Ganamos 4-3 porque teníamos un portero muy bueno e Ibai y yo metimos dos goles cada uno.
Era la una y volví a casa. Allí estaba toda mi familia esperándome para comer. Estaban mis primos de Barcelona, mis tíos de Madrid, mi abuela, mi primo George, mi primo Asier…Después de comer nos bajamos a la calle todos mis primos, mi hermano y yo. Ah, por cierto, mis primos de Barcelona se llaman Jesús y Laura.
Bueno a lo que íbamos. Cuando estuvimos abajo todos nos fuimos a enseñarles Burlada a Jesús y a Laura. Al volver subimos a casa y preparamos las cosas para el Olentzero. Salimos a las ocho y fuimos al Soto y esperamos al Olentzero, cuando llegó cogimos castañas pero como estábamos cansados nos fuimos a casa antes de tiempo. Nos fuimos a la cama y nos dormimos.
Bueno volvemos al cuento. El 24 de diciembre me desperté a las diez de la mañana, me levanté y desayuné colacao con galletas que es lo que desayuno siempre. Después tuve que acompañarle a mi madre a comprar porque hoy venía mi familia a comer.
Primero fuimos a comprar el pan, después a comprar una tarta y pastelitos y luego al supermercado a comprar lo demás.
Más tarde me llamaron mis amigos y fuimos a jugar al entonces patio de mi colegio. Estábamos jugando un rápido cuando de repente llegaron unos afroamericanos más mayores y querían quitarnos la portería. Como no eran muchos decidimos echarles un partido. Ganamos 4-3 porque teníamos un portero muy bueno e Ibai y yo metimos dos goles cada uno.
Era la una y volví a casa. Allí estaba toda mi familia esperándome para comer. Estaban mis primos de Barcelona, mis tíos de Madrid, mi abuela, mi primo George, mi primo Asier…Después de comer nos bajamos a la calle todos mis primos, mi hermano y yo. Ah, por cierto, mis primos de Barcelona se llaman Jesús y Laura.
Bueno a lo que íbamos. Cuando estuvimos abajo todos nos fuimos a enseñarles Burlada a Jesús y a Laura. Al volver subimos a casa y preparamos las cosas para el Olentzero. Salimos a las ocho y fuimos al Soto y esperamos al Olentzero, cuando llegó cogimos castañas pero como estábamos cansados nos fuimos a casa antes de tiempo. Nos fuimos a la cama y nos dormimos.
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