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Hoy se celebra en toda España e Hispanoamérica el día de la Hispanidad.
Hay dos actos principales en el Estado español que marcan este día: uno, para mi el más cercano y esencial: el desfile regional y floral a la Virgen del Pilar en Zaragoza.
Así está marcado en todos los calendarios religiosos en rojo con el nombre de la Virgen a la que se dedican las fiestas mañas.
También se celebra, casi siempre en Madrid, como este año, otro desfile. En este caso es nacional y las flores se cambian por fusiles, cañones, tanques y aviones de guerra.
Yo me acuerdo que de pequeño lo veía con mi padre, pero aparte del colorido que siempre le ha distinguido, nunca lo he sentido cercano, aun con mi pasado familiar militar.
Si resumimos los dos actos encontraremos las características más rancias y añejas de España: la militar y la religiosa, que aunque queramos engañarnos sigue imperando en nuestra sociedad y que se quiere perpetuar aun en un siglo que se espera, como otros ya pasados, que cambie no sólo la sociedad española sino también la mundial.
Y digo yo, ¿por qué no cambiamos las celebraciones religioso-militares? Esas constumbres lo único que hacen aún más es ampliar la segregación actual entre los autóctonos y los emigrantes, creo yo.
Días antes también celebran los hispanoamericanos que viven en España el día de la Tierra y yo propongo que aunemos las celebraciones entre ambas comunidades y ampliar lo que nos une: la cultura, la lengua común.
Hay que desterrar las celebraciones religiosas y militares, que representan actitudes personales y poco cívicas con otras colectivas y culturales.
Yo, que soy profesor de lengua española, a través de la asignatura de Creación Literaria espero que se publiquen en este blog textos que unan a los alumnos, niños, y toda aquella persona que se conecte a mi página.
Ánimo y feliz curso!