Era una noche fría y oscura...ibamos mi cuadrilla y yo por la calle, cuando de repente un amigo mio propuso la idea de ir a un antiguo hospital situado aproximadamente donde el seminario de Pamplona.
Se llama San Francisco Javier. Fuímos sobre las once y media de la noche.
Al principio, nadie se atrevía a entrar allí. El amigo que propuso la idea nos iba convenciendo cada vez más y más hasta que entramos. Entramos todos.
Eramos seis, el primero de todos iba con un palo de hierro en la mano para defenderse de algún mendigo que pudiera andar por allí. Todo estaba
Eramos seis, el primero de todos iba con un palo de hierro en la mano para defenderse de algún mendigo que pudiera andar por allí. Todo estaba
negro cristales rotos, las puertas crujían.
Verdaderamente asustaba. Cuando ya estábamos más tranquilos oímos una especie de gemído muy fuerte. Yo no pensé que ocurriría ni dónde estaban mis amigos. Nada, simplemente eché a correr como jamás en mi vida había corrido. Conseguimos salir todos pero al salir nos dimos cuenta de que faltaba uno de mis amigos. ¿Donde está?
Verdaderamente asustaba. Cuando ya estábamos más tranquilos oímos una especie de gemído muy fuerte. Yo no pensé que ocurriría ni dónde estaban mis amigos. Nada, simplemente eché a correr como jamás en mi vida había corrido. Conseguimos salir todos pero al salir nos dimos cuenta de que faltaba uno de mis amigos. ¿Donde está?
Volvímos a entrar mas asustados que nunca, ibamos gritando por la clínica:
- ¡Iñigo! ¿dónde estás? y no contestaba ;volvimos a gritar tampoco contestaba seguíamos intentándolo hasta que contestó.
-¿Dónde estás? gritamos de nuevo.
- Estoy en el piso de arriba , gritaba él con voz temblorosa.
Subímos al piso donde se encontraba y estaba atrapado en un agujero causado por el deterioro del edificio. No podíamos sacar a Iñigo, tuvímos que llamar a los bomberos. Vinieron y llamaron a todos nuestros padres. Todo fue un horrible susto que espero no volver a vivir jamás.
- ¡Iñigo! ¿dónde estás? y no contestaba ;volvimos a gritar tampoco contestaba seguíamos intentándolo hasta que contestó.
-¿Dónde estás? gritamos de nuevo.
- Estoy en el piso de arriba , gritaba él con voz temblorosa.
Subímos al piso donde se encontraba y estaba atrapado en un agujero causado por el deterioro del edificio. No podíamos sacar a Iñigo, tuvímos que llamar a los bomberos. Vinieron y llamaron a todos nuestros padres. Todo fue un horrible susto que espero no volver a vivir jamás.
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