Las Saturnales (Saturnalia en latín) eran una de las fiestas que celebraban los romanos en honor al dios Saturno. Se festejaban en Templo de Saturno y en el Foro Romano.
El nombre de Saturnalia procede de el dios Saturno, que ara los romanos reinó en el mundo en el que todos los hombres eran iguales, ya que no había diferencias sociales y todos compartían el fruto de sus cosechas. Fue de hecho, el dios Saturno quien les enseñó a los romanos a cultivar la tierra, y por ello es adorado como el dios protector de la siembra.
La Saturnalia fue originada a partir de la festividad de los granjeros que ensalzaban el final de la temporada de la cosecha de otoño y en las que se le pedía al dios Saturno, que protegiera las nuevas semillas que tenían que soportar el temporal del duro invierno que se aproximaba, antes de comenzar a crecer con al primavera.
Primeramente, se celebró el 17 de diciembre del año 497 a.C, aunque esta tradición que duraba hasta el 23 de diciembre, perduró y se fue festejando a a lo largo de los años. En estos días, los romanos decoraban sus casas con plantas y con velas. Se caracterizaba por la desobediencia de las normas sociales, por la abundancia de comida, bebida y todos los excesos de esa época.
Algunos como el poeta Catulo, describieron los Saturnales como el mejor día del año.
Pronto, esta tradición se relegó a un segundo plano y comenzó a ser un momento de descanso después de un duro trabajo.
Cuando llegaba el día 17, las calles se decoraban y ciudadanos o no, salían a las calles engalanados de la forma más variopinta y mientras cantaban, bailaban y gritaban: Io Saturnalia!, que se traduce como "felices saturnales".
Los colegios permanecían cerrados, los los comerciantes, los obreros, los soldados e incluso los esclavos y criminales, descansaban y durante las fiestas no estaba permitido condenar a nadie.
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