Mis citas

Cita de Juan José Millas en El País el 19 de Noviembre de 2009

"Los vocablos no sólo contienen definiciones, también tienen sabor, textura, volumen, que las hay imposibles de tragar, como el aceite de ricino y las que entran sin sentir, como un licor dulce.
Las que curan y las que hacen daño, las que duermen y las que despiertan. Las que proporcionan inquietud y paz. Hay palabras, incluso, que matan".

jueves, 29 de octubre de 2009

Halloween en el colegio


Halloween era mañana, Aitor y Miguel estaban haciendo algunos planes de último minuto para celebrar el Día de Los Muertos tradicional en los paises celtas y que hoy en día nos lo venden como algo americano, pagano y fuera de contexto.
Pero, volvamos al relato. Habíamos dejado a nuestros protagonistas preparándose para la noche más terrorífica del año. Y ellos querían inventarse una historia sobre una casa abandonada calle abajo, cerca del colegio.
Aitor quería que la historia tuviera como principal personaje a un asesino que salía en Halloween para secuestrar a los niños que iban de casa en casa jugando a "truco o trato". La madre del misterioso asesino no le dejaba salir para hacer "truco o trato" porque era "una tradición festiva diabólica". Por eso, el hombre de la máscara blanca agujereada salía de la casa abandonada en Halloween, se dirigía al colegio, en busca de los niños que iban a la escuela.
Cuando Miguel escuchó el relato de Aitor se levantó entusiasmado y exclamó: "¡Sí!, ¡Extendamos esa bola por todo el cole".

¡Es ya viernes 31!¡Halloween!Aitor se levanta ese día más temprano de lo habitual, salta de la cama y, cuando entra en la cocina, sus padres se extrañan de su voracidad para consumir el bol de cacao con sus galletas favoritas y el zumo de naranja que con todo su cariño le prepara todos los días su padre Javier. Sale a la calle y baja a la avenida para coger la villavesa al colegio. Durante todo el trayecto hacia la escuela Aitor se lo pasa mandando mensajes a Miguel con sus ideas para la noche.

Al mismo tiempo, Aitor y Miguel mandan mensajes a sus amigos con el relato que habían ideado la noche anterior y, cuando llegan al colegio, todo el mundo está por los pasillos, por el patio mostrándose los móbiles, y al acercárse a los grupos les oyen comentar sobre un extraño personaje que merodea por el colegio y que persigue a los niños que hacen "truco o trato".

“¡Guao, qué éxito!", exclama Aitor. Entonces, Miguel, con un guiño, le susurra a Aitor: ¡"Vayamos ahora a la casa abandonada, nos disfrazamos y empezamos a asustar a todo jambo que pase por allí!". Aitor asiente con la cabeza y se ve en sus ojos lo animado que está al comprobar lo buen cuentacuentos que es; y en su delirio, sugiere a su amigo juntarse después de clase.

*Ring Ring Ring* “Mierda, el timbre, ya llego tarde y me espera Iñaki, el profe de Creación", brama Aitor. "Te veo luego, le grita desde la puerta de su clase Miguel, a quien le espera ya en la puerta, con cara de enfado su profesor de inglés".

*Ring Ring Ring*. Son las dos y el cole ha terminado. Aitor corre hacia la plaza para coger la villavesa sin detenerse a hablar con esa chica, Jackie, que tanto le gusta y que le hace hasta olvidarse que debe llegar a casa para preparar la mesa antes de que llegue su madre de la oficina del banco donde trabaja y que su padre salga de la fábrica de coches donde trabaja hasta las tres.

No puede esperar a llegar a casa, y como durante todo el día el segundero de su reloj parece ir incluso más despacio que cuando estaba en clase. Ya casi le confisca su reloj el jefe de estudios, ese personaje que a veces se parece más a Jason, de Viernes 13. Durante las paradas, Aitor aprovecha para escuchar los comentarios de sus compañeros de colegio sobre la historia que recorre ya la ciudad: ¡un extraño hombre con máscara blanca persigue a los niños en Halloween!

Aitor entonces le manda un mensaje a Miguel, contento de oir y ver el miedo en la cara de los compañeros, y todavía se alegra más al recibir la respuesta de Miguel: ¡Sí, yo veo a muchas chicas y chicos con pánico, incluso!".

Por fin, Aitor llega a casa de Miguel y empiezan a buscar el disfraz perfecto. Aitor quiere ponerse algo llamativo y en plan "gore", pero, de repente, encuentran lo que buscaban: una máscara blanca agujereada, un mono-buzo negro y botas militares negras con punta metálica. Además encuentran en la cocina el arma adecuada: un cuchillo jamonero. Aitor decide manchar un poco la máscara con un poco de barro y también añade unas gotas minúsculas de ketchup que parecen sangre salpicada de las víctimas. Miguel añade también más pintura roja sobre las botas y el mono negro.

Anochece ya en la ciudad y nuestros protagonistas se dirijen hacia la casa abandonada a prepara su particular "truco o trato". Empujan la chirriante puerta de hierro y deciden esconderse detrás de la ventana, pero, de repente, escuchan como se cierra la puerta de golpe. Ambos se miran y deducen que ha sido el viento,...¡ pero no ven moverse ni una hoja de un árbol! Miguel, el más miedoso, intenta abrir la puerta, pero no puede, y ,aunque Aitor se cree el más fuerte, él tampoco puede mover ni un milímetro la hoja de la puerta.

Un poco después, la puerta de atrás se abre y ven cómo una Sombra se acerca hacia ellos. Aitor y Miguel empiezan a temblar compulsivamente, y están completamente quietos, helados de miedo. No saben qué hacer y tan sólo se abrazan fuertemente cuando ven cada vez más cerca la sombra negra y deforme.

Poco a poco distinguen a un hombre alto con una máscara blanca agujereada con manchas rojas, como de sangre, y un mono y botas negras, repletas también de sangre, o algo parecido. En un segundo, Aitor y Miguel se miran y corren como nunca han corrido en las clase de su profesor de Educación Física. Aitor consigue esconderse en un armario, temblando como un flan, y Miguel intenta salir por la puerta otra vez, cabezota como buen navarro. Grave error, el hombre agarra a Miguel por el cuello y empieza a clavarle un cuchillo y la sangre roja sale a borbotones del cuerpo de nuestro amigo, e incluso, Aitor desde su escondite ve rodar la cabeza de su compinche. El asesino cogió el cuerpo de Miguel y lo subió en busca de Aitor, quien no puede evitar sus jadeos, sollozos y aspavientos de miedo y dolor.

Aitor, en su desesperación, intenta huir escaleras abajo, pero el hombre es más rápido, le atrapa y lo lanza por los mismos escalones por donde chorrea todavía la sangre de su amigo Miguel. La cabeza de Aitor se golpea primero con la cabeza de Miguel y lanza un grito: ¡Ahhhhhhhhhhh!......

Entonces la madre de Aitor entra a la habitación y le dice con una sonrisa: "¡Despierta, Aitor, que hoy es 31, tu cumpleaños y Halloween, tu día favorito!" "Ha venido tu amigo Miguel y parece muy asustado, como si hubiera visto a la muerte".

MORALEJA: "No intentes inventarte historias: antes se coge a un cojo que a un mentiroso"“O no hagas a los demás, lo que no quieras que te hagan a ti".

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