Mis citas

Cita de Juan José Millas en El País el 19 de Noviembre de 2009

"Los vocablos no sólo contienen definiciones, también tienen sabor, textura, volumen, que las hay imposibles de tragar, como el aceite de ricino y las que entran sin sentir, como un licor dulce.
Las que curan y las que hacen daño, las que duermen y las que despiertan. Las que proporcionan inquietud y paz. Hay palabras, incluso, que matan".

domingo, 12 de octubre de 2014

Orígen de Europa, Roma, Hispania y Pompaelo: leyendas e historia

 
La historia de Europa se refiere al conjunto de sucesos relativos al continente europeo, desde que fue poblado por los primeros seres humanos hasta la actualidad. El Homo sapiens habría aparecido hace unos 130.000 años en África, según la opinión científica mayoritaria. La llegada del Homo sapiens a Europa podría haberse dado desde el Cercano Oriente a Europa, donde se asentaron entre 40.000 y 25.000 a. C. (Paleolítico Superior). La Antigüedad clásica está dominada por el influjo de la civilización greco-latina sobre el resto de Europa. La fragmentación política de Europa y los sucesivos intentos forzados de unificación sumieron al continente en numerosos conflictos y guerras durante la Edad Media, como la Guerra de los Cien Años (que duró más de un siglo). La Edad Moderna marca para Europa el inicio de procesos que mucho después darán lugar a la globalización, y es el tiempo en el que los conflictos bélicos se hicieron cada vez más desastrosos, como la llamada guerra de los Treinta Años. Los procesos económicos y el desarrollo científico y tecnológico se aceleraron en desmedro de otros continentes de manera mucho más notoria durante la Edad Contemporánea, produciendo tensiones por competencias que desencadenaron más guerras (como las guerras Napoleónicas y las guerras mundiales). Hoy los procesos tendentes a la unificación se procuran pacíficamente, tal es el caso de la formación de la Unión Europea, si bien no exenta de avances y retrocesos.
 

El origen mitológico de Europa es que ésta era hija de Agenor y Telefasa, aunque a veces se dice que era hija de Fénix y por lo tanto nieta de Agenor. Europa jugaba con sus compañeras en la playa de Sidón o a veces Tiro donde reinaba su padre, cuando Zeus la divisó y quedó maravillado por su belleza, por lo que se prendó de ella. Como Zeus sabía que Europa podía rechazarlo si se le presentaba naturalmente, se transformó en un hermoso toro blanco que tenía cuernos parecido al creciente lunar, y fue a rendirse a los pies de la bellísima doncella. Primero, la joven se asustó, pero luego fue tomando confianza. Primero opta por acariciar en el lomo al maravilloso animal y decide por último montar en su espalda. Zeus que esperaba esta acción de Europa, inmediatamente se levantó y partió hacia el mar. Europa gritaba y se aferraba con fuerza a los curvados cuernos, pero Zeus no se detuvo, se adentró en la olas y se alejó de tierra, hasta llegar a Creta. Los hermanos y la madre de Europa salieron en su búsqueda desesperados y por orden de su padre, pero no dieron con ella. En Gortina, Zeus logra su cometido y se une con Europa cerca de una fuente y uns plátanos que bendecidos por haber presenciado el divino acto de amor nunca más volvieron a perder sus hojas.
De esta unión nacieron tres hijos: Minos, Sarpedón y Radamantis. Además, se cree que fue la madre de Carno, amado de Apolo, y Dodón.
Dice la leyenda que Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas (hijo de Venus y de Anquises), habría fundado la ciudad de Alba Longa sobre la orilla derecha del río Tíber. Sobre esta ciudad latina reinaron muchos de sus descendientes hasta llegar a Numitor y a su hermano Amulio. Éste destronó a Numitor y, para que no pudiese tener descendencia que le disputase el trono, condenó a su hija, Rea Silvia, a ser sacerdotisa de la diosa Vesta para que permaneciese virgen. A pesar de ello, Marte, el dios de la guerra, engendró en Rea Silvia a los mellizos Rómulo y Remo. Cuando éstos nacieron y para salvarlos fueron arrojados al Tíber dentro de una canasta que encalló en la zona de las siete colinas situada cerca de la desembocadura del Tíber, en el mar. Una loba, llamada Luperca, se acercó a beber y les recogió y amamantó en su guarida del Monte Palatino hasta que, finalmente, les encontró y rescató un pastor cuya mujer los crió. Ya adultos, los mellizos repusieron a Numitor en el trono de Alba Longa y fundaron, como colonia de ésta, una ciudad en la ribera derecha del Tíber, en el lugar donde habían sido amamantados por la loba, para ser sus Reyes. Se dice que la loba que amamantó a Rómulo y Remo fue su madre adoptiva humana.

El término loba, en latín lupa, también era utilizado, en sentido despectivo, para las prostitutas de la época. La leyenda también nos cuenta como Rómulo mató a Remo. Cerca de la desembocadura del río Tíber había siete colinas: los montes Aventino, Celio, Capitolio, Esquilino, Palatino, Quirinal y Viminal. Rómulo y Remo discutieron sobre el lugar en el que fundar la ciudad y decidieron consultar el vuelo de las aves, a la manera etrusca. Rómulo vio doce buitres volando sobre el Palatino y Remo sólo divisó seis en otra de las colinas. Entonces Rómulo, para delimitar la nueva ciudad, trazó un recuadro con un arado en lo alto del monte Palatino y juró que mataría a quien osase traspasarlo. Remo le desobedeció y cruzó con desprecio la línea, por lo que su hermano le mató y quedó como el único y primer Rey de Roma.

Este hecho habría ocurrido en el año 754 a. C., según la versión de la historia oficial de la Roma antigua. Origen griego Según otras fuentes antiguas, la fundación de la ciudad se relaciona con el mundo griego, ya que los fundadores tenían ascendencia troyana. Esta leyenda presenta a Eneas, príncipe troyano, como antepasado directo de Rómulo y Remo, el cual, al casarse con la hija del rey latino, se convirtió a su vez en rey.  Sin embargo, no puede considerarse admisible la tradición de un origen troyano de Roma si se compara la fecha de la destrucción de Troya (1200 a.C.) con los restos arqueológicos del poblamiento del Lacio y el Septimontium, semejante a otros muchos poblados del Bronce Final de Italia y que dista mucho de ser un poblamiento importante, y mucho menos una ciudad.




Según la historia, los orígenes de Roma se remontan hacia el 753 A.C. Con el fin de proteger al Tíber de la amenaza etrusca, siete aldeas latinas de la región del Lacio formaron una confederación, el septimontanium. Pero su valor estratégico y comercial atrajo a los etruscos, que impusieron su dominio sobre las aldeas y fundaron la ciudad de Roma. La ciudad fue amurallada, se planearon sus calles y sanearon los valles pantanosos que la rodeaban mediante los canales de desagüe, unieron las riberas del Tíber con un puente hasta que finalmente se transforma en una ciudad verdadera. Los orígenes de la ciudad de roma son bastantes inciertos sin embargo los investigadores modernos sostienen que la cuidad fue fundada por un grupo de familias aldeas, personas que se fueron refugiando en ese lugar hasta que fue aumentando su población a través del tiempo. Establecieron en la región de lacio sobre el monte palatino. Luego fue conquistada por los etruscos pueblo ubicado al norte de lacio quienes dieron forma definitiva a la cuidad de Roma, es decir, Roma se fundó el día 11 antes de las calendas de mayo, sería el 21 de abril de 753 a. C.
 
El término Hispania es latino, el término Iberia es exclusivamente griego. Decir español por iber o por hispanus es cometer una falta de pertenencia pues lleva consigo diferencias de época y de ambiente. En los textos que se conservan de los romanos éstos emplean siempre el nombre de Hispania (citada por primera vez hacia el 200 adC por el poeta Quinto Ennio), mientras que en los textos conservados de los griegos éstos emplean siempre el nombre de Iberia. Se sabe que los fenicios y los cartagineses llamaron a la Península con el nombre de Span o Spania, con el significado de oculto (país escondido y remoto). Existe otra versión de que el nombre proviene del término fenicio I-shphanim que literalmente significa: 'de damanes', (shphanim, es la forma plural de shaphán, 'damán', Hyrax syriacus) que fue con este vocablo con el que los fenicios decidieron, a falta de un nombre mejor, denominar al conejo, Oryctolagus cuniculus, animal poco conocido por ellos y que abundaba en extremo en la península. Otra versión de esta misma etimología sería Hi-shphanim, 'Isla de conejos' (o, de nuevo literalmente, damanes). Esta segunda explicación se hace necesaria porque en latín clásico la H se pronunciaba aspirada, haciendo imposible derivarla de la S sorda inicial (Leyes de Grimm y Verner).


 
El núcleo primitivo de la ciudad de Pamplona se remonta al primer milenio a.C., cuando era una aldea habitada por vascones, de nombre Uruna o Iruna, emplazada en la parte más alta de una terraza sobre el río Arga, en un emplazamiento estratégico. Aunque está considerada como punto importante en el primitivo trazado viario de la Península Ibérica e inevitable lugar de paso para las primeras migraciones indoeuropeas, los historiadores creen que el núcleo primitivo pudo ser utilizado como escala por los celtas. Desde sus orígenes Pamplona muestra una decidida voluntad de ejercer su hegemonía sobre el territorio circundante. La romanización echa raíces en el siglo I antes de Cristo, cuando la ciudad romana se instala sobre el primitivo poblado vascón. Está fuera de dudas que en el invierno de los años 75 a 74 a. C. sirvió de campamento al general romano Cneo Pompeyo, durante su campaña contra Sertorio, al que se considera por ello fundador de "Pompaelo" , Pompailon, Pompeiopolis, del que deriva Pamplona, "la ciudad de Pompeyo" a partir de un poblado vascón autóctono. Los primeros historiadores romanos, cuentan la gran dificultad que tenían los generales de Roma en conquistar estas tierras. La cristianización del territorio y la presencia cultural de Roma propiciarán la consolidación de Pamplona como capital política y religiosa. Pamplona ( Iruña ) se construyó con la intención de dominar las comunicaciones entre el Cantábrico, el río Ebro y los Pirineos por parte de los romanos, sirviendo de enlace entre la Península y el resto del Imperio a través de la Galia.Pompaelo crece hasta convertirse en un auténtico municipio romano, con foro y termas, que alcanza su máximo esplendor en el siglo II. Excavaciones en torno a la catedral han puesto de manifiesto la existencia de una ciudad desarrollada y dotada de servicios. La ciudad conoció hacia el 275 las primeras incursiones germánicas, a las que en el 409 se sumaron las invasiones de suevos, vándalos y alanos. Queda constancia de la toma de la ciudad por los visigodos en el año 472, en la pluma de San Isidoro, y en la de San Gregorio de Tours, de las sucesivas conquistas de Childeberto I (511) y Clotario I (561).

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